La decoración de Villa Diamante.
Siempre busco la ubicación perfecta para mis obras. Si es un restaurante debe estar relacionado con el mar y tener una filosofía parecida a la mía, como es el caso de los chefs Ángel León y Quique Da Costa.
En las casas particulares me gusta que los clientes estén enamorados del mar y llevarles un pedacito de él a sus casas. Villa Diamante es la casa perfecta para mis obras. Una villa preciosa cerca del mar Mediterráneo. Unas vistas impresionantes que te hacen sentir que estás viviendo en un barco. Materiales de lujo y exclusivos, colores que transmiten paz como mis obras. Es el binomio perfecto.
Para la entrada de la villa, se ha creado el cuadro «La migración de las centollas». Este cuadro, de 2 x 2 metros, está realizado con más de 90 caparazones de centollas reciclados pintados de blanco y oro. La obra representa el apareamiento de estos animales migratorios que, a principios de otoño, recorren cientos de kilómetros hacia las profundidades marinas para reproducirse.
Otra pieza interesante es la máscara marina «Shian Ka’an», realizada con elementos encontrados en la reserva de la biosfera mexicana de Shian Ka’an. Esta máscara está hecha con hojas del árbol «Uva de Mar», semillas de la suerte «Sea Heart» que se encuentran en la orilla del mar, conchas y corales.
También se ha creado una escultura llamada «Bigotes», una edición limitada que rinde homenaje a los bigotes de las famosas gambas de Sóller, un emblema gastronómico de este caladero de la Serra de Tramuntana. La escultura está realizada artesanalmente con porcelana y metal.
Por último, tenemos la escultura «Sea Tree», un árbol marino de 2 metros decorado con cientos de erizos de mar reciclados.